Los casos difíciles

Somos un refugio de animales. Esto significa que por aquí pasan cientos de perros, cada uno diferente, cada uno con una historia que puede ser más o menos mala, y algunos con una historia terrible detrás.

Los perros no son como las personas. No conocen la maldad, no gruñen o muerden por ser malos o porque sus ideas son de odio. Los sentimientos que provocan que estén muertos de miedo o que gruñan a las personas los han producido las experiencias horribles que han vivido al inicio de su vida. Detrás de cada uno siempre hay un alma que solo busca cariño y comprensión.

Conocemos los casos difíciles que tenemos. Sabemos que son perros cuya adopción no significa una semana de adaptación para convertirse en un perro sin problemas. Reconocemos esto porque no queremos engañar a alguien para "encasquetárselo". Queremos a estos animales con locura, llevan con nosotros casi desde el principio y buscamos a gente que sepa el perro que se lleva y que quiera sanar el corazón de un animal.

Blanca, Lisa, Aslam... Si nos habéis seguido durante un tiempo, puede que os suenen estos nombres. Son perros fundadores del refugio, que llevan con nosotros toda su vida (desde 2015) por sus miedos y sus traumas. Son perros olvidados, marginados, que no llaman la atención de la mayoría de adoptantes por ser casos difíciles.

Evidentemente comprendemos que no todas las personas que buscan perro pueden llevar estos casos. Necesitan a gente que esté 100% comprometida con lo que está haciendo, que esté dispuesta a dedicarse en cuerpo y alma a cambiar la vida de uno de estos animales.

La recompensa es puramente espiritual. Si para ti los perros son una pasión, nada en la vida te va a llenar más que ver cómo estas almas rotas, marginadas y condenadas a una vida encerrada cambian su vida gracias a ti. Es una medalla que, si de verdad existe algo más allá, te dará un pase directo a la zona VIP.